¿Como funciona el cine en 3D?
¿Como funciona el cine en 3D?
Prácticamente
todas las grandes ciudades del mundo disponen de alguna sala de proyección de
películas tridimensionales. El cine 3D resulta una atracción irresistible para
el público deseoso de aventuras e inmersión. Por otro lado, la competencia que
representan para el cine tradicional los “home theater” (cada vez más
sofisticados) hace que las empresas dedicadas al entretenimiento se vuelquen
cada vez más a este tipo de alternativas. Para
entender cómo funciona el cine en 3D, es necesario hacer un repaso previo de la
forma en que percibimos nuestro entorno. Es que los diferentes sistemas de cine
en 3D intentan reproducir la manera en que nuestros ojos registran imágenes en
el mundo real.
nombre que recibe la visión
binocular de un objeto mediante dos ojos, produce la sensación de
tridimensionalidad cuando el cerebro procesa dos imágenes 2D “capturadas” desde
puntos ligeramente diferentes. Para que un ser vivo pueda disfrutar de visión
tridimensional, es indispensable que disponga de dos ojos situados en el frente
de su cráneo.
Se trata de una adaptación evolutiva imprescindible para
seres que, por ejemplo, necesitan moverse con seguridad dando saltos de una
rama de un árbol a otra. Sin la visión estereoscópica resulta imposible
calcular las distancias correctamente. También es indispensable para los
depredadores, que necesitan calcular la distancia a la presa para cazar con
eficiencia.
El cada vez más popular cine 3D intenta que el espectador
perciba la película de la misma forma que percibe el mundo real. La principal
limitación con la que se topan los ingenieros es la bidimensionalidad de las
pantallas sobre las que se proyectan los largometrajes. Pero una ingeniosa
combinación de tecnología y biología hacen posible disfrutar de espectáculos en
tres dimensiones.
Las primeras películas en tres dimensiones hacían uso de una
técnica basada en el color. El espectador utilizaba unas gafas especiales que
cubría un ojo con un celofán semitransparente de color rojo y el otro con uno
de color azul. La película consistía en dos imágenes superpuestas, con las
porciones que deben ser vistas por uno u otro ojo del color opuesto al del
celofán. El resultado es que cada ojo solo ve la imagen que le corresponde. A pesar
de lo simple del sistema, se percibe una relativamente buena “sensación 3D”. Si
mirásemos la película sin las gafas, sólo veríamos una imagen doble en color
azul y rojo.
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